Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
88 Del Consejo de Estado al Triunvirato comenzó a tomar distancia de los remanentes de la dictadura y de forma pau- latina sentó las bases de su propio proyecto. Tejió redes de relacionamiento y apoyo entre civiles y militares, buscando aprovechar la base social dejada por los trujillistas. Balaguer promovió la formación de un órgano político para articular las simpatías obtenidas. De la fusión 68 de varias organizaciones partidarias, surgió el Partido Reformista en 1963, que fue reconocido por la Junta Central Electoral el 20 de abril de 1964. Ese organismo partidario fue utilizado como punta de lanza para incidir en la sociedad dominicana. Se presentó con una imagen nueva, enfrentó el Triunvirato y concertó una alianza subrepticia con el PRD para apoyarlo en su actuación en contra del golpe de Estado. 69 Balaguer disponía de un amplio espectro de simpatizantes, personas que se consideraban excluidas por los cívicos. Tenía seguidores entre las Fuerzas Armadas. Por tanto, formó parte de la comunidad de conspiradores en contra del Triunvirato. El Partido Reformista se convirtió en una fuerza real 70 que competía con el PRD y las aspiraciones continuistas de Donald Reid Cabral. El Gobierno llegó a prohibir la transmisión de un programa radial del Partido Reformista 71 y la entrada de Balaguer al país. El impedimento fue utilizado para presentar a este como una víctima del Triunvirato. Su retorno al po- der era promovido como una oportunidad para los pobres volver a comer, como el mesías que regresaría a sacar la sociedad del estancamiento en que se encontraba. El «líder del Partido Reformista» oxigenó su figura utilizando, entre otros recursos, los medios de comunicación para criticar al Triunvirato y de esta forma resultar cónsono a los reclamos de la ciudadanía. «No existe la menor posibilidad de que ese régimen, sea cual sea la capacidad y la buena inten- ción de quienes lo integran, deje de ser lo que actualmente es: una agencia de empleos que nada hace, que nada construye, que nada crea en el campo de las realizaciones positivas y cuya única función es la de gravitar como un pulpo sobre la economía dominicana». 72 Balaguer se presentaba opuesto a la ola de corrupción que permeaba la administración pública y criticaba la gestión ineficiente de los fondos públicos, según él fundamentada en «gastos superfluos y erogaciones excesivas». 73 Frente al advenimiento de un golpe de Estado, Balaguer se posicionó en el escenario político, con una significación que resultaba imposible ig- norar dentro de los candidatos para asumir la presidencia de la República. Además, en los círculos de poder del Gobierno de los Estados Unidos gozaba de simpatía y estaba concebido como una de las piezas claves a utilizar para conservar la «estabilidad democrática». Por tanto, la actuación de Balaguer
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