Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

74 Del Consejo de Estado al Triunvirato como puente, pero de forma clandestina. León Cantave, un militar haitiano, fue entrenado por militares dominicanos y provisto con armas entregadas por los norteamericanos. Esta situación, sumada a otros escarceos militares, pro- vocó tensiones en las relaciones diplomáticas de ambos países, encontrándose al borde de una guerra. Bosch convocó a las Fuerzas Armadas para avanzar hacia la frontera. La respuesta no fue contundente, debido a que sectores importantes de los cuerpos castrenses estaban involucrados en el plan clan- destino de los norteamericanos. Toda esa situación discurría, mientras el Gobierno dominicano y el esta- dounidense conservaban unas relaciones diplomáticas «armoniosas», salpi- cadas de tensiones y distensiones, pero de aparente respeto. A pesar de todo, el nacionalismo de Bosch, su interés en las reformas sociales y su rechazo a destruir los grupos de izquierda, terminaron desencantando al Gobierno de Kennedy, círculos del cual llegaron a considerarlo ineficiente y posiblemen- te un «comunista encubierto». 40 En efecto, la autonomía de Bosch frente al Gobierno de los Estados Unidos era percibida como disidencia. E l golpe de E stado del 25 de septiembre La destitución del gobierno legalmente constituido venía incubándose desde el desarrollo de la campaña electoral. Bosch apuntó que si el PRD ganaba las elecciones le darían un golpe de Estado. Frente a los resultados de las urnas, en efecto los sectores conservadores comenzaron a fraguar su derrocamiento. Todas las acciones opositoras estaban orientadas a presionar al presidente de la República a renunciar de su cargo. La paralización de las actividades comerciales el 20 de septiembre de 1963, convocada por el Comité Cívico Anticomunista, expresión de la Acción Dominicana Independiente, fue una de las acciones desmovilizadoras que contribuyeron al golpe de Estado. El derrocamiento de Bosch el 25 de septiembre de 1963 fue producto de la combinación de múltiples factores, los cuales alcanzaron expresiones disí- miles que estaban todas orientadas hacia un propósito común: producir un golpe de Estado para reordenar el poder en función de los intereses de las élites tradicionales. El discurso anticomunista fue un recurso muy socorrido entre los oposi- tores, pero siempre carente de evidencias contundentes y adolecía de una ver- dadera fundamentación, como se puede verificar en el Libro blanco . 41 Desde la

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