Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

718 El arte dominicano en el siglo XX Gutiérrez Félix le ordenó dejar un fusil y tomar la cámara, “pues quién tomaría fotos para la historia”. Estima que fueron más de 8,000 las fotografías que hizo de abril del 65 hasta marzo del 66. «Pero tenía la encomienda de llevarlas a las agencias internacionales, nos proveíamos de rollos y papel de copiado de R. Esteva y Foto París, cuyos propietarios nos dieron permiso. El primero de septiembre de 1965 hicimos un inventario de todo, a las compañías les pagamos cuatro mil pesos». Milvio Pérez lleva 30 años intentando que un collage de las fotos de la Revolución se coloque en las entradas de las escuelas y liceos del país. Para él la historia no se «ha con- tado como es y con la fotografía el pasado renace»… La memoria de Milvio está bendita. Recuerda la fecha de cada toma y el hecho que lo impulsó a presionar el obturador. Los nombres se le hacen más difíciles: «En 1959, papá (Bernardo Pérez) y yo caímos presos en La 40, en el camino me murmuraba: olvídate de todos los nombres, olvídate hasta del tuyo». Ver «Milvio Pérez, fotógrafo del Gobierno Constitucionalista, abre a El Caribe su archivo de 8,000 tomas de la Revolución de Abril de 1965», El Caribe , 24 de abril de 2005. 28 Emilio Brea, «Institucional», en 60 años edificados: memorias de la construcción de la nación , Santo Domingo, 2008, p. 64. 29 La Escuela de Diseño en Altos de Chavón fue abierta en La Romana, una provincia azucarera del Este convertida en centro turístico, La Fundación Altos de Chavón abrió una sala de exposiciones con facilidades y nexos internacionales y ofrecía programas artesanales, artistas en residencia, museo regional, exposiciones y becas. Allí se reunieron profesores extranjeros y dominicanos aplicando un programa de enseñanza que priori- zaba la experimentación y la aplicación de medios no tradicionales en la hechura de la obra de arte. 30 Carlos Santos, «La Generación del 80 en la plástica dominicana y la constitución de un nuevo espacio», ponencia presentada en el Primer Seminario de Artes Plásticas, celebra- do en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo, 1992.

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