Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

710 El arte dominicano en el siglo XX país: esto influye en las manifestaciones culturales de República Dominicana. Influyen diversos factores en el uso de modos y medios no tradicionales que a grandes rasgos podrían ser ubicados dentro de una actitud general propia de la posmodernidad. Entre ellos sobresalen: la entrada de la te- levisión por cable (1982); la apertura de la Escuela de Diseño en Altos de Chavón (1983), filial de la Parsons School de Nueva York; y el acceso de los artistas a espacios internacionales como la muestra colectiva «Contemporary Dominican Art» en la Signs Gallery de Nueva York (1981), que obtuvo una crítica favorable de la argentina Marta Traba; y el Festival Internacional de Pintura de Cagnes sur Mer en Francia, donde Alonso Cuevas obtuvo la Primera Paleta de Oro en 1985. Surgen aspectos de una producción que persigue rupturas dentro de un contexto donde se crean nuevos referentes. Sobresalen: arte ecológico, con el uso de elementos que refieren a la naturaleza en la confección de insta- laciones; y arte digital, realizado con todo el apoyo de la cibernética y de la tecnología moderna. Son hechos que estimulan la producción artística nacional la aparición del colectivo Generación del 80 (1983, Museo de las Casas Reales), el Simposio Iberoamericano de Escultura (1985) y la reapertura, en la modalidad de bie- nal, del Concurso de Arte E. León Jimenes (1981). Se destacan fotógrafos no tradicionales, con enormes formatos y pro- puestas con secuencias y circuitos cerrados que utilizan indistintamente el blanco y negro o el color. Desde 1979 a 1992 se celebran cinco bienales nacionales cada vez más abiertas en cuanto a la admisión de nuevas disciplinas. Hasta 1979 competían pintura, escultura y dibujo: la XIV Bienal, de 1979, incluyó grabado; la XV Bienal, de 1981, permitió fotografía y técnica libre, renglón este ultimo donde aparecen las instalaciones; la XVI Bienal, de 1984, aceptó arquitectura; la XVII, de 1990, incorporó video; y la XVIII de 1992 inscribió trabajos en cerámica. La academia estatal Escuela Nacional de Bellas Artes se reorganiza, pero la ausencia de recursos hace que los estudiantes prefieran la Escuela de Arte de APEC (1968), la Escuela de Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1979) y la Escuela de Diseño en Altos de Chavón (1983), afiliada a la Parsons School de Nueva York y sustentada por la Fundación Altos de Chavón (1979), filial de la Gulf and Western. 29 Oferta y demanda desatan una crisis de valores que divide la producción plástica en complaciente y disidente. Las respuestas artísticas se polarizan: los creadores auténticos producen obras contundentes cuyo común denomina- dor es una fuerte agresión visual. Instalaciones, esculturas móviles, relieves y

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