Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 693 Escultor, pintor y dibujante, Luichy Martínez Richiez obtuvo galardones nacionales e internacionales. Realizó una obra cargada de erotismo y sen- sualidad, que se refleja en su pintura, inserta en el expresionismo abstracto. Residió en París durante veinte años. Pintora, dibujante y grabadista, Nidia Serra escogió como sus temas retra- to y paisaje dentro de un soporte figurativo que proyectaba raza y ambiente. Trabajó escenografías, carteles, acuarelas e ilustraciones. Igualmente dirigió una academia infantil de dibujo y pintura que llevaba su nombre. Nacido en San Pedro de Macorís, el pintor y muralista Tito Cánepa se fue a Nueva York en 1937, donde permaneció hasta su muerte exponiendo con éxito. Su formación pictórica se realizó en esa ciudad donde trabajó con Roberto Berdeccio (1910-1996) y en el Taller de David Alfaro Siqueiros (1896- 1974). En 1973 realizó un Tríptico basado en temas de la historia patria, que lo insertó de nuevo en el ambiente artístico de la República Dominicana. A partir de 1939, los artistas dominicanos comienzan a crear obras de ruptura estimulados por la llegada de los europeos. De esta manera, los do- minicanos entran al proceso moderno que se había celebrado en otros países latinoamericanos dos décadas antes y que había florecido en México y Brasil, aportando a la historia del arte universal modalidades distintas. El proceso de estímulo y cambio fue mutuo; la influencia del trópico y de una cultura híbrida, deslumbraron a esos «académicos modernos» y removie- ron muchos de sus patrones de hechura; esto es evidente en los casos de José Gausachs, Eugenio Fernández Granell, Ángel Botello y José Vela Zanetti. No solo el motivo de sus cuadros, sino la forma de hacerlos, implicó un cambio radical pautado por el entorno y las nuevas vivencias, por lo que habría que hablar de la «pintura dominicana» de Gausachs y de Fernández Granell, y de la pintura antillana de Botello. Vela Zanetti, aunque incluyó la tipología negra y mulata, se mantuvo dentro de un realismo monumentalista de corte internacional. 10 El florecimiento cultural que se lleva a cabo durante la década del cuaren- ta está enmarcado por el rescate de las aduanas por el Gobierno dominicano (1940), el inicio del sistema bancario nacional (1941), el surgimiento del mo- vimiento La Poesía Sorprendida (1943), la celebración del Primer Centenario de la República (1944) y el auge económico que produjo la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), lo que estimuló la industrialización en la economía do- minicana a partir de 1950. Al mismo tiempo y desde la década anterior, sucedían hechos de impor- tancia en contra de la dictadura, como la salida al exilio de importantes inte- lectuales y hombres públicos, como Juan Isidro Jimenes Grullón (1903-1983)

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