Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
494 Los diez años de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, 1986-1996 12 Leopoldo Espaillat Nanita, exsecretario técnico de la administración perredeísta de don Antonio Guzmán, y expresidente de Refidomsa, en referencia a los efectos de dicha política, en 2001 escribió: «La presión de la falta de divisas para cubrir el alto componente importado del Plan de Inversiones determinó un proceso de devaluación del peso, y una inflación creciente que desajustó toda la estructura de precios de la economía, con las con- siguientes protestas de la población. Esta fue también la época de los contratos abiertos para ir absorbiendo los efectos de la inflación en los precios de los insumos en el curso de la obra. Este mecanismo permitió todo tipo de maniobras de corrupción con los contra- tos de construcción del Estado, al romperse los parámetros de fiscalización económica. Para diciembre de 1987 el dólar se cotizaba en el mercado libre a razón de 5 por uno», «Negociando la soberanía. El gobierno de los Diez Años de Balaguer: de la crisis al inicio de la privatización», ¡Ahora! , Año XL, No. 1,222 (1.º de octubre de 2001). 13 Después de los caudillos. Ensayos sobre política y sociedad en la República Dominicana contem- poránea , Santo Domingo, 2002, p. 45. 14 Lilian Bobea, «De la protesta a la propuesta: articulaciones entre los movimientos po- pulares y el Estado en República Dominicana», en Margarita López Maya (ed.), Lucha popular, democracia, neoliberalismo: protesta popular en América Latina en los años de ajuste , Caracas, 1999, p. 181. 15 Población y salud en República Dominicana , Santo Domingo, 1986. Citado en: Laura Faxas, El mito roto: sistema político y movimiento popular en la República Dominicana 1961-1990 , Santo Domingo, 2007, pp. 221-222. 16 Faxas, El mito , p. 222. 17 «En un contexto de importantes movilizaciones sociales hubo un fuerte proceso de disociación entre los sindicatos y las organizaciones populares de barrio. Estas últimas criticaban los límites de la representación sindical y volvía a ponerse en duda la validez de un diálogo tripartito en el cual la mayoría de la población, que no era obrera, no se sentía representada. Así, después de la realización del “paro cívico” convocado para el 9 de marzo de 1988 por esos sectores, bajo la dirección de la Conferencia de Organizaciones Populares, estos últimos empezaron a exigir al Gobierno que los dejara participar en el diálogo tripartito propuesto por la Iglesia, al lado de los sindicatos. El hecho de que las centrales sindicales no representaran más que 10 % de la fuerza de trabajo, mientras la República Dominicana se convertía, cada vez más, en un país de desempleados y de marginados, era la base de los argumentos que exigían una participación autónoma de los “pobladores” en el diálogo. Pero aún no había llegado el momento de que los “pobla- dores” fueran reconocidos por la Iglesia y el Estado como interlocutores válidos. Los sin- dicatos y la mayor parte de los partidos políticos, incluso los de izquierda, se dividieron o estaban contra esta huelga a la que ellos no controlaban», Faxas, Ibíd., p. 285. 18 Doug McAdam sintetiza los aportes de los principales autores e investigadores que han manejado este concepto, y lista las siguientes condiciones de la estructura de oportunidad política: «1) la apertura o cierre relativos del sistema político institucionalizado; 2) la es- tabilidad o inestabilidad de ese grupo amplio de alineamiento de la élite que típicamente subyacen a la política; 3) la presencia o ausencia de élites aliadas; 4) la capacidad y la pro- pensión del Estado a la represión». Doug McAdam, «Orígenes conceptuales, problemas actuales, direcciones futuras», en Pedro Ibarra y Benjamín Tejerina (eds.), Los Movimientos sociales. Transformaciones y cambio cultural , Madrid, 1998, p. 94. Por lo tanto, desde esta
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