Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
472 Los diez años de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, 1986-1996 pensiones del Instituto Dominicano de Seguridad Social; y 8) modificación de la ley de bono navideño y reconocimiento del decimotercer mes de salario en Navidad. 21 Estos acuerdos debían ser refrendados por la Asamblea Nacional, de modo que fueran implementados a fines de año. Si se analiza a fondo este pliego de acuerdos, y se contextualiza en el tipo de política económica y monetaria que la administración del presidente Balaguer estaba aplicando en ese momento, se aprecia que su cumplimiento hubiera significado para el Gobierno cambiar forzosamente su política de gasto y su política monetaria, lo que explica la distancia que tomó del Diálogo Tripartito. En esta situación de abandono del diálogo por parte del Gobierno, es decir, del Dr. Balaguer, aquel se veía reducido a un diálogo bipartito. Lo lla- mativo de esta situación es que Balaguer estaba siguiendo la misma estrategia en otros espacios de diálogo sectorial, por ejemplo en educación. El Dr. José Nicolás Almánzar, en ese entonces secretario de Educación, se comprome- tió con el proyecto del Plan Decenal de Educación, y llegó a acuerdos con la Asociación Dominicana de Profesores, en nombre del Gobierno. Dichos acuerdos nunca fueron reconocidos por el Dr. Balaguer, lo que al final creó tensiones y conflictos que llevaron a la cancelación y la huelga de maestros de medio año que precedió la del 19 y 20 de junio de 1989, prácticamente sumando las reivindicaciones de los maestros a la misma. También cupo responsabilidad al empresariado. Por un lado, el Diálogo Tripartito se mostró sumamente sensible en el tema del impuesto sobre la renta, sobre todo porque el Gobierno practicaba sistemáticamente la doble tributación. Por supuesto, el Dr. Balaguer no admitió acuerdo sobre dicho punto. Por otro lado sus organizaciones no pudieron evitar que, a la luz de los acuerdos arribados, el comercio ajustara hacia arriba los precios. Por supues- to, estas acciones motivaron la retirada de las centrales sindicales del Diálogo Tripartito. Estas circunstancias se unieron al hecho de que el Gobierno, presio- nado por las bajas reservas y las exigencias de los organismos multilaterales para que cumpliera con los compromisos de pago de deuda externa, tuvo que elevar los precios de la gasolina, lo que incrementó aún más el descontento. No es extraño, pues, que los preparativos de huelga por la Conferencia de Organizaciones Populares ganaron momentum en un escenario de desle- gitimación del diálogo convocado por la Iglesia Católica, el repliegue de los sectores sindicales tradicionales, el descontento de la ciudadanía con la situa- ción económica y social, y las crecientes manifestaciones de insatisfacción con la política del Gobierno de sectores del empresariado, la prensa y la oposición política, que se veía relativamente enardecida por la cercanía del año electoral.
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