Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
Historia general del pueblo dominicano 47 H uelga general de noviembre y diciembre La derrota de los golpistas no detuvo la lucha de la oposición para sacar a Balaguer del gobierno. Las demostraciones de protesta no se detuvieron. Balaguer respondía con medidas demagógicas para apaciguar a las masas populares. El amplio movimiento de oposición fue reducido por la UCN y el 1J4 a la renuncia de Balaguer. Los cívicos aspiraban a sustituir a Balaguer y los catorcistas proponían un gobierno de unidad nacional. En cambio, el PRD se mantuvo al margen de la movilización. Los cívicos convocaron a una huelga general el 28 de noviembre, que se extendió por más de diez días. En la capital la ciudadanía se movilizaba gritan- do «abajo Balaguer». Los manifestantes ocuparon las calles, el transporte fue reducido a su mínima expresión. Las guagüitas anunciadoras de la oposición lanzaban consignas a favor de la huelga. «En algunas calles fueron colocados trozos de ladrillos, ramas de árboles, pedazos de cemento, tachuelas, ganchos y púas de metal, con el fin de entorpecer el tránsito de vehículos». 58 El movimiento huelgario representaba un hito en la historia contemporá- nea de las luchas sociales. Entre la oposición y el Gobierno existía un abierto enfrentamiento. No obstante, la lucha por la libertad obnubilaba a los sectores populares movilizados e impedía vislumbrar que se avanzara hacia la trans- formación de sus condiciones materiales. Los ataques de los paleros fueron contundentes, aunque no amilanaron a los manifestantes. Los militares demandaron la constitución de una Junta donde participarían Balaguer y Rodríguez Echavarría. El primero aceptó la propuesta, que tenía como propósito intimidar a los cívicos. No obstante, las movilizaciones continuaron y la represión aumentó mediante la promulgaron de la ley marcial. Miembros de la Fuerza Área intentaban abrir de forma forzosa los establecimien- tos comerciales. En adelante, los cívicos simulaban apoyar la huelga para no perder legitimidad. En realidad estaban dedicados a negociar el poder gracias al apoyo popular. Ocurrió un conato de sublevación militar de apoyo a los cívicos, pero fue sofocado y no alcanzó trascendencia. La huelga fue perdiendo fuerza y los cívicos aplicaron fórmulas que les permitieran participar en el poder. Balaguer advertía: «El camino escogido por la oposición puede condu- cirnos al desastre. La violencia solo puede engendrar nuevas violencias, y la interrupción del orden constitucional, solo puede llevarnos a otra dictadu- ra, peor acaso que la que ha sido felizmente abolida». 59 En cambio, la UCN
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