Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 453 58 Las respuestas del movimiento popular y sindical fueron sucesivas convocatorias a huelgas generales (13 y 14 de agosto de 1990, 26 y 29 de septiembre de 1990, 15, 16 y 17 de noviembre de 1990, 9 y 10 de julio de 1991). Sin embargo, el 8 de septiembre el presidente Balaguer convoca a un diálogo con las centrales sindicales de donde resulta el «Pacto de Solidaridad II», firmado esta vez con una parte de los sindicatos convocantes de la huelga, dividiendo así al movimiento sindical y popular. En esa reunión se acordó elevar los salarios en un 60 %, eximir de impuestos sobre la renta a los que ganaban hasta casi 3 veces el salario mínimo, crear cooperativas de abastecimiento de productos de primera necesidad, ofrecer mil viviendas para ser rifadas entre las familias de obreros sindicaliza- dos, reducir algunos impuestos y otras medidas. En esas semanas (septiembre-octubre) el deterioro económico era creciente, las filas para conseguir una serie de productos básicos se hacieron cada vez mayores. En ese escenario, el movimiento empresarial arreció el discurso «ortodoxo de liberalismo y la condena del Estado», reclamando la liberalización de los mercados y la sincerización de los precios, en particular la tasa de cambio. A la vez pidió que el Gobierno llegara a un acuerdo con el FMI. Es importante señalar que desde 1986 el Dr. Balaguer había resistido un acuerdo con el FMI, porque ello impondría una disciplina fiscal que limitaría el programa de inversiones públicas. En estas circunstancias, el presidente respondió con un discurso el día 15 de noviembre, en donde de manera muy imprecisa propuso una reforma constitucional transitoria para que se convocaran a elecciones en mayo de 1992, acortando su período de gobierno de 4 a 2 años, solicitando al mismo tiempo que dejaran sin efecto la convocatoria a huelga el 19 de noviembre. La respuesta del movimiento popular-sindical fue clara. No confiaban en el Dr. Balaguer, de manera que mantenían la posición de que o «resuelve la crisis o que renuncie»; mien- tras el PRD de Peña Gómez aceptó la propuesta condicionada a que cambiara la política, mientras que el PLD de Bosch la rechazaba, exigiendo la renuncia de Balaguer. El presi- dente parecía acorralado por la crisis económica y por los atrasos de la deuda externa, lo cual le llevó a anunciar la intención de una negociación con el FMI, lo que aparentemente podía significar la terminación del «modelo de construcciones» y la victoria del «modelo exportador». 59 Desde 1989 el sector financiero se vio afectado por los retiros masivos de ahorros que se produjeron con la desaparición de la «ilusión monetaria» causada por la devaluación en los ahorrantes. La consecuente crisis de iliquidez condujo a la quiebra de decenas de financieras, así como al cierre temporal de dos grandes bancos en 1989 y de otros tres a finales de 1990.

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