Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
418 La economía dominicana en transición 1980-1996 e) Por último, la reforma financiera persiguió el fortalecimiento de las insti- tuciones bancarias, ante la crisis que estuvo a punto de hacer colapsar el sistema. 59 Incluyó la modificación de la Ley General de Bancos y las leyes orgánicas del Banco Central y la Superintendencia de Bancos, con el fin de concluir el proceso de desregulación del sector financiero y promover el paso de la banca especializada a la banca múltiple. Con el paquete de estabilización en ejecución e iniciada la reforma aran- celaria, se comenzaron las negociaciones con el FMI. El 6 de julio de 1991 se anunció la firma de un Acuerdo Stand-By, por un período de 19 meses y por un monto de derechos especiales de giro (DEG) 39.2 millones (35 % de la cuota del país). Se solicitó, además, acceder al mecanismo de facilidad de financia- miento compensatorio y de contingencia por DEG 44.8 millones (40 % de la cuota), en vista de la caída de las exportaciones y el aumento del costo de las importaciones petroleras. El acuerdo con el FMI tenía por objetivo aprovechar «las ventajas que se pueden lograr en términos de reducción en el monto de la deuda y en el pago de su servicio». En efecto, facilitó la renegociación de unos US$ 1,555 millones de atrasos, equivalentes a una tercera parte de la deuda externa total. Las au- toridades se comprometieron a corregir y evitar incurrir en déficits públicos, sobreexpansiones del dinero en circulación y evitar la aparición de atrasos de la deuda externa. Los criterios de rendimiento cuantitativo para 1991 consistían en la ob- servación de límites trimestrales a las reservas internacionales, a los activos netos domésticos del Banco Central, al crédito al sector público y al pago de los atrasos de deuda no reestructurados. La primera revisión de los resulta- dos del programa se realizaría a finales de enero de 1992 y luego otra revisión para el 31 de julio del mismo año. La economía respondió con rapidez a esas medidas. El crecimiento del PIB se aceleró y alcanzó el 4,2 % entre 1991 y 1995, mientras que la inflación se redujo del 80 % en 1990 al 8 % entre 1991 y 1995. Y la República Dominicana empezó a atraer un volumen considerable de inversión extranjera. Desde 1996, el país ha sido una de las economías de crecimiento más rápido del mundo. Gracias a las reformas, la población dominicana comprendió que la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal son condiciones necesarias para el crecimiento. Así pues, el nuevo programa económico produjo un giro decisivo en la historia económica reciente del país.
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