Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 407 formal y la ausencia de financiamiento desde el Banco Central a esa banca y a las «financieras de desarrollo» desató una competencia por la captación del ahorro interno, mientras que, por otro lado, la ausencia de control en el mer- cado informal permitió tasas de interés activas y pasivas que superaban con creces las del mercado regulado, lo que desató las actividades especulativas, el abandono de actividades productivas en el ámbito de la economía real y creó una grave distorsión en el mercado financiero. Cuarto, la pobreza, 44 el desempleo 45 y el deterioro social en general alcanza- ron niveles sin precedentes, muchos de los cuales tardarían años en recuperarse y otros se acumularon como parte del déficit social creciente (Cuadro 8). El ajus- te cambiario operó fundamentalmente como un mecanismo de redistribución del ingreso, frente al relativo estancamiento del producto y dado el impacto inflacionario que generó, en perjuicio de los trabajadores y de los grupos de la población que recibían sus ingresos en pesos y en beneficio de los que los recibían en dólares. Es de notar que la liberalización del mercado cambiario dio lugar también a una amplia especulación que aceleró el deterioro del peso dominicano, lo que agudizó aún más la concentración del ingreso. Finalmente, la devaluación se constituyó en el principal factor de competitividad internacio- nal para el desarrollo de las nuevas actividades de exportación; mediante ella se encontró el mecanismo legal para reducir los salarios, lo que creó las bases para la transición hacia la economía de servicios. Quinto, el PIB, el consumo privado y la inversión se redujeron en los primeros tres años 46 de la estrategia, pero iniciaron su recuperación a partir del cuarto año. Sexto, la balanza de la cuenta corriente, aunque fue deficitaria todos los años, mejoró en US$ 259.2 millones debido al aumento de los servicios, cuyas exportaciones se incrementaron en US$ 318 millones entre 1983-1986, en refle- jo de las nuevas realidades de la economía dominicana y la nueva modalidad de inserción a la economía mundial (Cuadro 8). Séptimo, aumentó la presión fiscal y se modificó la estructura tributaria, cada vez más orientada a los impuestos indirectos y ad valórem, tales como el impuesto a las transferencias de bienes industriales (ITBI), los impuestos a las importaciones y otros que afectan al consumo generalizado. Es decir, se modi- ficó la base de los ingresos fiscales, en el sentido de vincularlos a los precios, de manera que pudieran crecer con la inflación, vía la introducción de un nuevo sistema de valoración aduanera y el impuesto al consumo. Octavo, el Gobierno fue acusado de corrupción en un contexto en el que la reestructuración había determinado la presencia de grandes perdedores (exportadores tradicionales).

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