Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

396 La economía dominicana en transición 1980-1996 su economía. Las actividades realizadas en las zonas francas y el turismo generan la mayor parte de las exportaciones dominicanas y son importantes fuentes de empleo e inversiones, pero su conca- tenación regresiva con el resto de la economía sigue siendo débil. Además, debido a los beneficios que se conceden en las zonas fran- cas, los sectores «internos» han tenido más dificultades para atraer recursos, y algunos de ellos han registrado un estancamiento en el mejor de los casos. Las distorsiones relacionadas con una estrategia de crecimiento impulsado por las exportaciones con objetivos muy precisos, y la persistente ineficiencia de sectores tales como la electri- cidad, podrían convertirse en obstáculos para seguir mejorando los niveles de vida que desea alcanzar la República Dominicana. 22 La «depresión inducida»: el camino de la devaluación 1983-1986 En la transición de mayo a agosto de 1982 se había ido formando un con- senso 23 sobre las causas y la magnitud del desequilibrio interno y externo por el que atravesaba el país. Al decir de Jorge Blanco: [...] el país está en bancarrota económica y financiera, caracterizada por una virtual cesación de pagos, con grandes déficits presupuesta- rios en el Gobierno Central y en todas las instituciones autónomas del Estado, que impiden acometer los puntos básicos y fundamentales con que dar inicio a la solución de nuestros problemas económicos y sociales [...] No exageramos al decir que se nos entrega la Nación en su peor crisis económica en cincuenta años [...]. 24 Esta crisis se expresaba en una caída de un tercio de las exportaciones, la acumulación de atrasos por parte del Banco Central en los pagos para cubrir importaciones, que sobrepasaban los US$ 370 millones de dólares, lo cual re- presentaba hasta once meses de importaciones bajo cartas de crédito y hasta catorce meses bajo cobranzas. 25 Las reservas monetarias brutas eran negativas, el crédito estaba cerrado, los vencimientos de capital e intereses de la deuda externa de 1982 ascendían a US$ 458 millones de dólares y con un elevado dé- ficit en cuenta corriente. Este último que se había mantenido en un promedio anual de US$ 121.1 millones entre 1970 y 1977, saltó a US$ 311.9 millones en 1978 para alcanzar en 1980 el valor de US$ 669.8. Entre 1979 y 1983 mantuvo un promedio de US$ 430 millones. Las reservas internacionales netas (siguien- do las metodologías del FMI) se colocaron en una posición negativa a partir de

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