Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
388 La economía dominicana en transición 1980-1996 4.- El deterioro del Gobierno se aceleró por la separación entre este y el PRD, las acusaciones de corrupción y nepotismo. Salvador Jorge Blanco se refirió al tema de la corrupción del gobierno de Guzmán en los siguien- tes términos: «El Gobierno pasado, [...] a medida que se aproximaba el período de su terminación, se fue haciendo más corruptible, emparentán- dose visiblemente con el que le correspondió sustituir el 16 de agosto de 1978». 15 En resumen, la crisis económica de principios de los ochenta fue el resultado del patrón de acumulación de capital de los setenta y de la mo- dalidad de inserción en la economía mundial. El dinamismo de los setenta, impulsado por el crecimiento de las exportaciones tradicionales, estimuló la inversión pública y privada, pero orientada a la sustitución de impor- taciones, lo que generó fuertes desequilibrios macroeconómicos que hicie- ron insostenible la estrategia. A partir de 1978 las importaciones crecieron hasta 1980 (las importaciones acumuladas entre 1979 y 1980 eran un 51 % superiores a las acumuladas entre 1977 y 1978), explicado por el aumento de la demanda agregada interna y el precio del petróleo. Paralelamente las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron niveles sin precedentes en 1980 y 1981, pero su impacto productivo se había reducido por los requeri- mientos crecientes de importaciones del aparato productivo. El desequilibrio externo desembocó en endeudamiento externo en condiciones cada vez más onerosas, a causa del aumento inusual de las tasas de interés internacionales. Paulatinamente se fueron acumulando atrasos y encareciendo las importaciones por el cargo de intereses, lo que finalmente trabó la apertura de nuevas cartas de crédito, a menos que no fueran prepagadas. Eventualmente, la escasez de divisas obligó al traspaso de mercancías al mercado paralelo, lo que implicaba una devaluación de hecho. Por su parte, los aumentos del gasto corriente del Gobierno en 1979-1980 para hacer frente a las demandas sociales que habían estado reprimidas por décadas, redujeron la inversión pública, mientras que la inversión privada se recogía como resultado del llamado «estado de confianza». Ambas tendencias actuaban en forma procíclica hacia la contracción. Así concluía la estrategia de sustitución de importaciones.
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