Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 37 a fin de no escatimar esfuerzos para reemplazar a los trujillistas del poder. Entre ambos sectores de clase se planteó una cerrada disputa por el poder y el apadrinamiento del Gobierno de los Estados Unidos, factor decisivo en las decisiones políticas del país. Existía una coyuntura de confusión en el contex- to nacional y cambios radicales en el entorno caribeño, que no coincidían con los intereses de los norteamericanos en la región. En la base de la pirámide social dominicana conformada por los intereses sociales expresos en ese período estaba la pequeña burguesía anclada en las demandas generalizadas de la matriz destrujillizadora. Poseedora de una am- plia experiencia de movilización desde las mismas entrañas de la dictadura, quedó bien posicionada para sintetizar las posiciones democrático-burguesas contrapuestas a los trujillistas. La pequeña burguesía hacía causa común con todos aquellos sectores que apoyaban la destrujillización. Representaba la instancia motorizadora de las movilizaciones. Sin embargo, producto de que sus demandas no necesaria- mente estaban expresadas en las soluciones que se concretizaron, en términos institucionales se retiró del escenario político marcado por las negociaciones y giró mayormente hacia la radicalización de sus propuestas. De su parte, los sectores populares urbanos, sumados a la pequeña bur- guesía, cerraron filas en las violentas movilizaciones urbanas. La base social de la burguesía antitrujillista resultó más dinámica y contribuyó a que sus expresiones terminaran imponiéndose. En cambio, los trujillistas perdieron capacidad de convocatoria, pues los campesinos, su principal fuente de mo- vilización, permanecieron prácticamente inactivos. P osición de los E stados U nidos Los norteamericanos se encontraban inmersos en un proceso de reorientación de su estrategia de intervención en América Latina y el Caribe. Frente a la crisis política generada por el ajusticiamiento del Jefe no se colocaron de espaldas. Asumieron previsiones a fin de no perder el control de la situación. El presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, llegó a considerar que en la República Dominicana en orden descendente había tres posibilidades: «un régimen democrático decente, una continuación del

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