Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 357 la lucha consecuente de tendencias, lo cual se reflejó en las disputas entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Ciertamente, esto vino unido a un esquema de apertura democrática y respeto a las libertades ciudadanas, pero no puede ocultar los factores de inestabilidad que producía. Vale decir, la modalidad «populista» de sostenimiento del equilibrio del poder en el Estado, bajo los gobiernos socialdemócratas del PRD, colidía con una lógica institucional democrática estable, y aunque reducía el poder militar y limitaba el poder presidencial, en relación al modelo autoritario de ascendiente bonapartista propia del régimen anterior, no eliminaba el sesgo presidencialista. Ciertamente, las luchas internas en el partido gobernante no deben ver- se simplemente como obstáculos al ejercicio del pluralismo democrático, ni tampoco apreciarse únicamente por sus consecuencias en las relaciones entre Poder Ejecutivo-Congreso. Deben asumirse como lo que eran: expresiones concretas de incapacidades del sistema político articular actores coherentes cohesionados en torno a proyectos políticos que representaran voluntades colectivas. El problema concreto que de ello se derivaba sí se expresaba en el ejercicio del poder político y la vida de la organización: a nuestro criterio, ello expresaba, por un lado, las consecuencias institucionales que dificultaban en sí mismas la gestión de gobierno y, por otro lado, impedían el fortalecimiento del propio partido gobernante. En términos de los apoyos que cualquier régimen requiere desde la so- ciedad, bajo los gobiernos del PRD se produjeron importantes cambios. En primer lugar, en este nuevo esquema el séquito del líder adquiere mayor fortaleza y poder de intervención en tomas de decisiones claves, a diferencia del modelo bonapartista autoritario, altamente concentrado en la figura del presidente Balaguer. 78 Naturalmente, tanto el gobierno de Guzmán, como el de Jorge Blanco, se organizaron en un esquema presidencialista, pero ambos presidentes acercaron su gestión a un modelo democrático con efectiva auto- nomía de los poderes del Estado respecto al Ejecutivo. Por otro lado, las clases populares, apoyo del régimen político, se des- plazaron de una base rural y campesina a una urbana y popular. Esto trajo consigo un mayor grado de presiones de masas sobre el Gobierno central y un nuevo esquema de movilización clientelar y populista en el seno del partido gobernante. A ello se une el mayor grado de libertades políticas y ciudadanas que estimuló el gremialismo obrero y el desarrollo de la sociedad civil. El correlato de esta nueva situación fue el cambio de orientación de las relaciones del empresariado con el Gobierno y con el partido gobernante. En términos generales, el empresariado se hizo más autónomo del gobierno,

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