Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 351 determinados barrios de la parte alta de Santo Domingo, 67 pero fueron ge- neralizándose hasta cubrir el territorio nacional; b) en la medida en que la protesta se generalizaba, intervenían actores políticos que muy posiblemente no estuvieron vinculados a su origen, pero sacaron provecho de ellas, nos referimos al PLD y Bosch y al PRSC y Balaguer, pero también potenciaron un esquema de organización popular de base, los llamados Comités de Lucha Popular (CLP) hegemonizados por el movimiento de izquierda; 68 c) al gene- ralizarse la protesta y hacerse cada vez más violenta, el Gobierno cometió el error de reprimirlas militarmente, lo que incrementó la violencia, aumen- tó el número de muertos 69 y le facilitó a la oposición un aprovechamiento político-partidario del movimiento de protesta; d) finalmente, tras la protesta de abril, se produjo una seria escisión entre la base de masas y el partido gobernante, lo que afectó directamente su imagen y la del gobierno de Jorge Blanco, aumentando —paradójicamente— las tensiones y conflictos entre las tendencias. Las consecuencias de la protesta fueron determinantes para la vida del PRD. En los barrios de Santo Domingo primero y luego en Santiago, donde el PRD era muy fuerte con amplia simpatía de masas, al haber sido allí donde la represión fue más fuerte, sus habitantes reaccionaron con indignación y el partido perdió ese respaldo. A ello se añade que muchos de los líderes locales de la revuelta a nivel barrial fueron hasta ese momento personas muy allegadas al PRD. A esto se suma el manejo torpe del problema por parte del Gobierno, comenzando por el hecho de que los aparatos de inteligen- cia en ningún momento pensaron que las medidas económicas tomadas a consecuencia del acuerdo con el FMI iban a tener un impacto tan inmediato en la población, o simplemente no fueron consultados, a lo que se suma la ausencia de mediaciones entre el aparato gubernamental y los líderes del movimiento hasta cuando el movimiento ya había alcanzado una dimensión nacional. El único dirigente del PRD que se dio cuenta de la magnitud del problema fue Peña Gómez, con su fino olfato político y el reconocimiento de que, en la medida en que el movimiento se le iba de las manos, su propio liderazgo se debilitaba, al romperse la capacidad hegemónica del PRD sobre el movimiento de masas. Fue, en muchos sentidos, gracias a su intervención que la acción represiva no fue más fuerte y el movimiento mismo no alcanzó mayores dimensiones. 70 Extrañamente, fue en ese contexto que Balaguer y su PRSC comenzaron a recuperar un espacio de masas hasta convertirse en 1986 en el partido opo- sitor que logró derrotar al PRD en las elecciones de ese año. Vale decir, no fueron el partido de Bosch (PLD) de filiación izquierdista, ni el movimiento

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3