Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI

Historia general del pueblo dominicano 23 U n nuevo posicionamiento en el poder De cara a la confusión creada por la muerte de Trujillo y el claro interés de sus familiares de continuar detentando el poder, el presidente Joaquín Balaguer comenzó a tomar distancia sutil de los Trujillo. Propuso modifica- ciones en las relaciones Estado-ciudadanía que contravenían la estructura del poder trujillista, sustentada en la violencia generalizada y el irrespeto absoluto de los derechos humanos. Esto lo logró sobre la base de que Ramfis estimó indispensable otorgarle una cuota importante de poder para alegar una institucionalidad que generara confianza internacional. La maniobra de Balaguer implicaba, además, hacerse eco de los reclamos de libertad del pueblo dominicano para captar en beneficio propio las sim- patías del pueblo. Él reconocía «como obligación insoslayable, llevar a cabo una tarea de enorme significación: la de restablecer las libertades públicas y la de dar nuevamente vigencia en el territorio nacional a los derechos hu- manos». 4 Actuando en consecuencia, permitió movilizaciones «pacíficas» y la utilización de medios de comunicación para realizar denuncias en contra del régimen. Cuando ocurrían apresamientos de dirigentes de la oposición, Balaguer gestionaba su libertad. Trataba de presentarse complaciente respec- to a los partidos políticos contrarios al régimen y hacerlos cómplices de su meta final: quedarse en el poder. Pretendía encabezar una transición «tran- quila, ordenada y sin violencia», como la ambicionada por el gobierno de los Estados Unidos. Balaguer se presentaba como agente articulador en una circunstancia de tanta confusión, con la única finalidad de aglutinar diferentes fuerzas sociales, políticas y militares en torno a su figura. Por tanto, buscaba respuestas a las demandas generadas por toda la heterogeneidad social que caracterizaba a la sociedad dominicana en ese momento. Sin embargo, la «complacencia» resulta- ba en los hechos totalmente contradictoria y revelaba su posicionamiento frente a los conflictos. De una parte, «apoyaba» el ejercicio de la oposición política, al tiempo que promulgaba la Ley 5576 que colocaba en el plano de la ilegalidad toda práctica de las ideas comunistas. En realidad esto hacía alusión a lo que re- presentaba una retranca para todos los partidos políticos. Esa pieza legislativa no era más que una señal hacia el gobierno de los Estados Unidos. La lucha en contra del comunismo fue un recurso utilizado frente al Gobierno norteamericano en la línea de lograr el retiro de las sanciones eco- nómicas. Se alejaba del trujillismo, anunciando el final del régimen, aunque resultaba un tanto cuesta arriba despojarse de su arraigo trujillista. Desde

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