Historia General del Pueblo Dominicano Tomo VI
Historia general del pueblo dominicano 107 1) El miserabilismo y pauperismo propio de los tiempos contemporáneos, unido a los males sociales heredados; 2) La incidencia de una opresión sa- larial y un abuso patronal; 3) La incentivación del nacionalismo frente a los desmanes de empresas extranjeras; 4) La imperiosa tarea de realizar una redistribución de la riqueza; 5) La necesidad de cambiar la estructura de la propiedad latifundista; 6) La noción de lo justo por encima de la legalidad espuria; por ejemplo, las acciones de las empresas pueden situarse en la le- galidad —sobre todo la legalidad trujillista—, pero no necesariamente en lo justo; y 7) La existencia en el país de una gran injusticia social. Además de los elementos anteriores resalta, ante todo, una visión ética y también es obvia una ingenuidad en la manera de afrontar los problemas, lo cual se tradujo en incertidumbres en su corta gestión de gobierno. En ese período de liberalización entrecortada, la dimensión política de las luchas por la extensión de los derechos adquirió una mayor profundidad al impulsar cambios en los patrones culturales, intentando acortar la distancia entre las normas jurídicas sobre los derechos y la realidad de su ejercicio, ya que esos patrones culturales situaban a una parte de la población en la marginalidad o en la inferioridad. Y, al mismo tiempo, conjugó el impulso de la justicia distributiva con una visión reformista y democrática. En todo caso, al tiempo que ocurría una irrupción de las masas en la política, justificó la aparición de los sectores populares como actores, que tradicionalmente habían sido acantonados en los márgenes. Sin embargo, muchos factores conspiraron contra un mayor alcance de este impulso, tales como el carácter efímero del gobierno de Bosch y su obstaculización por un reordenamiento antiliberal y autoritario. También afectó el rápido deslizamiento del propio PRD a relacionarse con los sectores populares a través de formas clientelistas. Otros elementos de los que me ocuparé en el próximo apartado obstaculiza- ron también la validación estatal y la ampliación de los derechos. El reconocimiento de los derechos, las capacidades del Estado y los particularismos La movilización social y política por los derechos individuales y la igua- lación de los individuos, que conmovió la arena política de este período, se daría de bruces con realidades profundamente arraigadas y con actores ad- versos. N. Fraser considera que una de las líneas para enfrentar la injusticia social, que debe complementarse a su parecer con la del reconocimiento mu- tuo, es la que se dirige a «las reivindicaciones redistributivas, que pretenden una distribución más justa de los recursos y de la riqueza». 29 Lo cual implica,
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